Los jerseys que llegaban en ascensor
Hoy he ido de compras, aunque no tenía ningunas ganas de ir. No me gusta nada ir de compras, siempre acabo agobiada y con picor de nariz de tanto remover la ropa, hay que ver la suciedad y polvo que nos podemos encontrar en las tiendas. Y por si fuera poco el dinero vuela. He entrado, aunque no muy convencida, en una de estas tiendas donde van todas las chicas adolescentes a comprarse lo mismo. Después de estar buscando entre montones de ropa y percheros encuentro un jersey! pero no hay talla para mí...por lo que me acerco a caja para ver si la dependienta me puede ayudar, pues no veia a nadie más a mi alrededor.-Hola, ¿me puedes ayudar? Busco este jersey, pero en talla L...- le digo.
A lo que ella me responde, sin mirarme y con mala cara, con un suspiro y coge el jersey enérgicamente y se lo acerca. Al cabo de unos minutos sin decir nada y por lo visto ocupada mirando algo en la pantalla del ordenador, lo mira. Entonces, gritando por un teléfono "habla" con su compañera, que se encuentra en la planta superior, y le pide el jersey en cuestión dándole la referencia.
El jersey por fin llega, pero tirado en el suelo del ascensor de la tienda. Después de quedarme anonadada, reacciono, y cojo el jersey que me trae la dependienta. La verdad es que ya no me apetecía probármelo, pero con lo que me había costado de encontrar...
El color no me acababa de gustar, así que le pido a la dependienta el mismo en otro color. Coge el teléfono y con voz estridente dice: "Que ahora quiere el mismo en color marron!". Se abren las puertas del ascensor y aparece mi jersey, con el que me fui de la tienda, despidiéndome de la dependienta, que no me había dirigido la palabra en todo el rato, con un sonriente "muy amable!".
El jersey por fin llega, pero tirado en el suelo del ascensor de la tienda. Después de quedarme anonadada, reacciono, y cojo el jersey que me trae la dependienta. La verdad es que ya no me apetecía probármelo, pero con lo que me había costado de encontrar...
El color no me acababa de gustar, así que le pido a la dependienta el mismo en otro color. Coge el teléfono y con voz estridente dice: "Que ahora quiere el mismo en color marron!". Se abren las puertas del ascensor y aparece mi jersey, con el que me fui de la tienda, despidiéndome de la dependienta, que no me había dirigido la palabra en todo el rato, con un sonriente "muy amable!".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estadísticas
0 comentarios:
Publicar un comentario